Tener esperanza te lleva a la locura, capaz de hacer de todo, por algo que posiblemente sea imposible. El ser humano es tan asombroso que se olvida de las cosas imposibles y les pone un posible delante.
Ese miedo a fallar que tuve desde siempre, porque cada vez que fallaba era un problema en mi casa, un fallo un grito de mi padre. No quiero fallar, no quiero que nadie me grite que soy un inútil, que mejor lo haga otro porque yo no se hacer nada. Quiero hacerlo, quiero demostrar que la esperanza sirve para algo.
Quiero ser algo, quiero dejar de tener miedo de todo, a fallar. Me enseñaron a que soy un inútil, que no tengo que hacer nada porque se que no vas a dar tu 100% que vas hacerlo lo mas fácil, porque sos así un vago y cómodo que no le enseñaron que fallar es bueno.
Lagrimas perdidas buscando a su dueño, un dueño que nunca aparece porque no puede llorar y no quiere llorar. Él se olvido de que llorar es la voz del alma, yo no la perdí me la sacaron, robaron mi alma. Robaron mi ser, me olvide quien era porque me olvide de como sentir.
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