Translate

martes, 31 de marzo de 2015

Casa vacía

Estaba allí, en aquel lugar frío y muerto. Entré para ver como era aquel solitario lugar, solo para encontrar que el ayer todavía no se había ido.  El silencioso lugar intentaba gritar su historia, pero como un cascaron ya roto, estaba vacío.

Aquel lugar solo deseaba que nunca se hayan ido, quizás porque nunca dijeron adiós. Su historia era tan dolorosa que ya no le dolía. Traición era lo que sentía la casa vacía.


Cada cuarto de aquella casona de gruesas y altas paredes intentaban resguardar un pasado inexistente. El simple hecho que yo no sabia lo que había sucedido alli, le dolía mas que el que la hayan abandonado.


Decidí restaurar aquella hermosa casona, solo porque quería que alli estuviera mi historia, mi futuro, porque deseaba que alguien aunque sea inanimado, me recuerde.


Los días pasaban, la gran casa comenzaba a tener vida, pero solitaria se sentía. Meses tardaron para terminar de destruir su ultimo recuerdo.

Una pequeña marca de color azul en la pared, no decía nada, decía mucho. Hace 34 años y 3 meses esa marca estaba alli, la había echo un pequeño niño llamado Mauricio. El niño que solía vivir en aquella casona a la lejanías del pueblo.

Aquel día de tardes nubladas y frío que rozaba los huesos de las personas mayores, Mauricio encontró una esperanza en su corta vida, un pequeño crayon de color azul que estaba enterrado bajo la tierra.

El mismo crayon que había pertenecido a un niño llamado pablo y que lo había escondido alli.  A él se lo había regalado su tío, el que volvía de Vietnam.

Pero eso Mauricio no lo sabia y no lo culpo porque nadie lo sabia.

La casa se renovó, la historia que quedaba fue olvidada como las personas que vivieron alli. 

Nunca juzgué a un libro por su portada, quizás porque nunca me importo el titulo, o tal vez porque nunca lo vi.

El tiempo pasa y esa casa ya no está vacía, pero eso no significa que no recuerde nada.

En mi búsqueda desesperada por encontrar lo que perdí hace ya mucho tiempo, me olvide que quizás estaba buscando mal, o peor ni siquiera estaba en el lugar correcto.


La casa que si bien le había robado su memoria todavía tenia algo mas por decir, en la oscuridad de su sótano estaba una pequeña muñeca de porcelana, con ojos rotos y vacía como su recuerdo.
El tiempo no había sido bueno con la pequeña muñeca de porcelana, no solo estaba destruida por el mal cuidado de los últimos años, también estaba olvidada en una casa que ya no pertenecía.

Como saber su historia si yo no se de donde viene, quizás le pertenecía a la hermana de Mauricio o tal vez a una conocida de Pablo. La casa tal vez se había cansado de contar su historia porque yo no la escuche mas, quizás la había matado.

No importa el pasado si no te preocupas del futuro, la casa estaba vacía y yo tenia que llenarla, su pasado que alguna vez fue lo único que tenía fue arrebato por mi, el destructor del tiempo. Debía de terminar mi trabajo, comenzar a crear una nueva casa, sin olvidar que alli existió el pasado pero dejando fluir el futuro.

Deje de preocuparme sobre el pasado solo porque no quería que mañana sea solo mi vida.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario